¡¡Ha sido una bendición!!
Este fin de semana, del 26 al 28 de octubre, nos reunimos en San José del Valle un grupo de más de 80 niños de 5º y 6º de Primaria, acompañados de dos sacerdotes de la Diócesis, un diácono y un grupo de monitores para tener la primera convivencia de inicio de curso.
Venidos de Cádiz, San Fernando, Chiclana, Puerto Real, La Muela, Vejer y Paterna, comenzamos la convivencia el viernes por la noche, donde tras la cena y los juegos nocturnos con paracaídas, aros, corriendo y gritando, explicamos, mediante un teatro, el hilo conductor de la convivencia: la parábola del Hijo Pródigo.
El sábado por la mañana, después del desayuno y de poner el día en manos de Señor, disfrutamos de una maravillosa gimkana en la que los niños tenían que librarse de los pecados y conseguir virtudes, aunque no era fácil, porque había personajes que dificultaban la realización de las pruebas.
Tras la gimkana, se explicó en la catequesis, cómo nuestro corazón se ensucia cuando pecamos y nos alejamos de Dios, como el hijo prodigo, y cómo, por medio de la confesión, nuestra alma vuelve a estar limpia y en paz con Dios.
Por la tarde pudimos hacer distintos talleres rotativos: un taller de Master Chef, donde cocinamos tres postres distintos que luego un jurado evaluó, y un taller de bailes de Fornite, donde cada uno puso lo mejor de sí mismo para poder ganar el concurso.
Tras esto, pudimos celebrar la Eucaristía todos juntos, y después de la cena y la velada nocturna buscando a los locos, pudimos adorar al Señor en la Hora Santa, en la que vimos cómo el Corazón de Dios puede ser consolado.
El Domingo dedicamos el día a ver cómo era la actitud del Padre que recibía al hijo que se había marchado y cómo le perdonaba y le daba todo lo que tenía. Esto lo profundizamos durante los juegos y también en la catequesis, en la que se habló de cómo Jesús puede regalar un corazón nuevo a cada uno. En la Eucaristía final, pudimos entregar el corazón a Jesús, para que Él haga un corazón nuevo en cada uno de nosotros.
Por último, terminamos la convivencia sellando las Credenciales Quercus, para poder obtener la insignia a final de curso, y también nos hicimos distintas fotos de grupo. ¡¡Lo que nos gustan las fotos!!
Ha sido un fin de semana estupendo en el que hemos podido estar más cerca de Jesús y del resto de amigos de la DIócesis.